¿La carrera de arquitectura es difícil?

Es una gran pregunta, y creo que responderla puede dar pie a muchas otras igual de importantes, como: ¿Qué hace difícil a la carrera de Arquitectura? ¿Por qué es así? ¿Cómo cambiarla o, tal vez, mejorarla? Son dudas que yo misma me planteé al iniciar la carrera. Con el tiempo y mientras más conocía sobre la profesión, entendí que lo que un arquitecto puede llegar a crear no es el resultado de unas pocas horas o días de trabajo. Es el fruto de compromiso, constancia y mucha dedicación.

Entonces, ¿es difícil estudiar arquitectura? La respuesta es sí. Para muchas personas representa un reto significativo, especialmente si son los primeros en su familia en incursionar en esta carrera. A lo largo de mi experiencia comprendí que no solo exige habilidades técnicas y creativas, sino también una gran capacidad para gestionar el estrés y la presión constante. Los estudiantes de Arquitectura suelen enfrentarse a una carga de trabajo intensa, plazos ajustados y expectativas elevadas, lo que puede derivar en problemas de salud mental como agotamiento, ansiedad y frustración.

En muchos casos, la cultura académica ha glorificado las largas horas de trabajo y el sacrificio personal como sinónimo de excelencia, creando un entorno que puede ser tanto mental como físicamente extenuante.

Según un ranking reciente de la Universidad de Oxford (que recomiendo revisar), la carrera de arquitectura ocupa el puesto 11 entre las 50 carreras más difíciles del mundo. Este estudio detalla los factores que los llevaron a esa conclusión, reforzando la idea de que la Arquitectura implica una enorme responsabilidad y, por tanto, merece una preparación seria y comprometida.

Por eso, más allá de exponer una problemática latente, también quiero compartir la solución que encontré cuando me sentía sola en este proceso: crear un servicio de asesorías para estudiantes de Arquitectura.

Como egresada de la carrera de Arquitectura de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), comprendo profundamente los desafíos que implica esta formación. No tenía ningún arquitecto en mi familia que pudiera orientarme, y muchas veces me sentí perdida y desmotivada. Esa experiencia me impulsó a desarrollar un servicio de asesorías diseñado para acompañar a otros estudiantes en su camino, brindándoles guía y apoyo real.

¿Qué ofrecemos en nuestras asesorías de arquitectura?

Orientación personalizada: Sabemos que cada estudiante tiene necesidades y objetivos diferentes. Te ayudamos a resolver tus dudas y potenciar tus habilidades de forma específica.

Soporte técnico y creativo: Desde el manejo de software hasta el desarrollo de proyectos o técnicas de presentación, estamos para darte el impulso que necesitas.

Reducción del estrés: Compartimos recursos y estrategias para manejar la presión académica sin perder tu bienestar.

En conclusión, estudiar arquitectura no tiene por qué ser una experiencia solitaria ni abrumadora. Con el acompañamiento adecuado, es posible transformar los retos en oportunidades de crecimiento. Nuestro servicio de asesorías de arquitectura está aquí para ayudarte a alcanzar tus metas académicas y profesionales, cuidando también tu salud mental y emocional. No estás solo en este camino. Y juntos, podemos hacerlo mucho más llevadero y gratificante.